Una botella de agua de 4 €

Apr 15, 2024By Luis J. Díaz
Luis J. Díaz

El valor de todo. 

Durante mi viaje a Paris, visitando a mis tios, me volvi a enamorar del buen comer. Mas importante aun, conoci el valor de grandes ingredientes y preparaciones que solemos pasar por alto durante nuestra vida.

Desde productos locales como: quesos, vegetales, carnes, etc, que eran vendidos en un mercado, cada sabado en la plaza frente a la casa de mis tios hasta uno de los mercados de mariscos mas importantes de la ciudad donde no solo llegaba lo mas fresco sino que tenian un restaurante donde te vendian una fuente maravillosa con toda esa variedad de frutos del mar.

"Patie calle" y comi pain au chocolate en toda boulangerie que se me atravesaba y mientras deguste todos  esos manjares elaborados con lo que llamamos lo mejor de lo mejor, pensaba mucho en todo el trabajo de trasfondo que tienen cada uno de esos platillos.

pain au chocolate

No es solo agua, es donde te la tomas

Llego el día de visitar mi querida torre Eiffel y al estar en la base, tome la decisión de subir por las escaleras por las largas colas del ascensor.  Este trayecto me ayudo a leer sobre la historia de la torre y como la construyeron, impresionante lo que podemos lograr los humanos con la dirección correcta y el trabajo en equipo.

Al llegar arriba no solo me encontré con la sorpresa de una magnífica vista de toda la ciudad, sino que también el cansancio y la sed me ataco y había olvidado por completo llevar algo de tomar. 

Así que después de apreciar y absorber el bello momento a esa altura en la torre Eiffel, voy al café Altitud 95 y decido comprar una botella de agua. Mis ojos no podían creer que 4.00 € costaba una botella, estamos hablando que la misma botella la conseguía en el supermercado por 50 centavos, misma presentación y contenido.

Mientras saciaba mi sed solo podía pensar en la diferencia de precio por el mismo producto y como un balde de agua fría en un día de verano entendí el valor de lo que me estaba tomando. No era simplemente agua: Era el trabajo de millones de personas para construir esa estructura, era en mi caso lograr estar presente en ese momento, era la dedicación diaria de mantenerlo bonito, era poder disfrutar de esa vista con un sol radiante y alimentar mi paladar de una de las mejores gastronomías del mundo. 

Esa sumatoria de factores le daban el valor al sorbo de agua que estaba disfrutando… y si me preguntas valió cada centavo

a plate with a dessert on top of it

Comida con intención

Todo esto nos lleva a esos momentos en los restaurantes, donde los comensales no aprecian lo que le presentamos en el plato. Sienten que hay un sobre valor por, como ellos se refieren, “solo un pedazo de carne y unos cuantos adornos”.

Pero hablemos de la maestría que hay en la crianza de una res y el proceso de corte de cada pieza para poder sacarle el mayor provecho. 

Luego saltamos a las cocinas profesionales donde podemos sellar esa pieza de carne al vacío junto con alguna grasa y hierbas y cocinarlas en sous vide a temperatura controlada en un tiempo específico. Hacer una reducción de los sabores de los huesos para hacer una excelente salsa, o tomar el tiempo de seleccionar, tornear y cocinar diferentes vegetales para que tengan una variedad de texturas. 

Todo esto y más, sucede antes de llegar el plato a tu mesa, se hacen pruebas y pruebas hasta lograr un balance en cada presentación. Un cocinero profesional debe jugar con todos estos elementos como un pintor con un lienzo blanco hasta entregar una obra maestra. 

Entonces, cuando visites el siguiente restaurante y pidas un plato, te invito a que te sumerjas en la experiencia y absorbas cada detalle que se te presenta, ya que hay una intención en esa cornucopia de sabores.

Luis J. Díaz

Stop looking and start cooking!

pizza with cheese and tomatoes on brown wooden round plate